Los últimos días no han sido fáciles.
Hay que lavarse las manos todo el tiempo, salir solo a lo indispensable, mantener a los niños en casa, también a los mayores; alejarse de la gente…
Las crisis no avisan, nos toman por sorpresa, pero depende de nosotros y de nuestras circunstancias cómo reaccionamos a ellas.
Este tiempo también ha sido una oportunidad de aprender, de cambiar hábitos, de mejorar nuestras vidas. Ha sido una pausa para estar con la familia, para ser solidarios con los demás y aprender a agradecer.
Esto terminará y tendremos la oportunidad de salir adelante. Usemos este tiempo para crecer internamente, para ser mejores personas y fortalecer a nuestras comunidades.
Si nos lo proponemos, saldremos adelante juntos para construir un México mejor.