Entrar en el mundo del origami es abrir la puerta a un universo lleno de figuras, armadas con papel plegado. Se pueden hacer desde simples corazones hasta obras de arte más complejas, todo depende de la imaginación.
Para muchos, el origami, es sinónimo de papiroflexia. Pero, la realidad, es que esta actividad japonesa es una disciplina que viene acompañada por la espiritualidad. Y, con esto, queremos decir que abarca mucho más que simplemente sentarse a doblar papel.
¿Que significa origami?
La palabra japonesa origami está conformada por dos vocablos: Ori, que viene del verbo ORU, que significa doblar o plegar; y Kami, que quiere decir papel.
Un dato muy curioso es que la Real Academia Española no reconoce la palabra origami; en cambio, lo denomina como papiroflexia.
¿Cómo hacer origami?
¡Aprovecha tu hogar para hacer tu origami! Es la actividad perfecta para divertirse en familia durante un fin de semana nublado. Además, con las figuras que armen entre todos, se pueden decorar las diferentes partes de la casa.
Solamente se necesita:
- Tener hojas de papel de diferentes colores. Cabe destacar que, deben ser de buena calidad, para que aguanten todos los dobleces.
- Las hojas para origami tienen que ser cuadradas, a fin de poder manipularlas fácilmente. Si cuentas con hojas rectangulares, recuerda que puedes cortarlas.
- Y, en cuanto al tamaño de las mismas, todo dependerá de la figura que se quiera hacer. Al principio, las hojas más pequeñas, serán de gran ayuda para practicar los doblados.
Más allá del papel, lo más importante es tener paciencia y tiempo para la actividad. Ninguna figura se hace rápidamente. Se recomienda empezar con algún animal que sean fácil de hacer y después, poco a poco, ir subiendo la dificultad.
Aprende a hacer figuras como un experto
Existen infinidad de formas que se pueden hacer con tan solo un papel, desde conejos hasta flores. Lo ideal es comenzar eligiendo una figura que no sea muy complicada, para lograr obtener un buen resultado. Aquí te dejamos un ejemplo:
‘Un cerdito muy tierno’
- Plega en dos el papel uniendo dos puntas contrarias. Después, hay que repetir el paso en sentido contrario.
- Coloca el papel sobre la mesa con una de las esquinas apuntando hacia arriba.
- Dobla la esquina que quedó a la derecha llevando la punta al medio y repite lo mismo con el lado izquierdo.
- Une la punta de arriba con la de abajo, doblando el papel por la mitad. Va a quedar una forma rectangular con un triángulo en la base apuntando hacia abajo.
- Luego, hay que plegar hacia arriba punta del triángulo, superando levemente la línea imaginaria de la base del rectángulo.
- Abre la punta que quedó hacia arriba y pliega tan solo un lado hacia abajo, de tal modo que se forme un pequeño rombo. Aquí logramos la nariz.
- El siguiente paso consiste en doblar las dos puntas superiores, un poco hacia adentro, para formar las orejas.
- Para terminar, con un plumón negro dibuja dos puntitos negros dentro del rombo para hacer la nariz y, dos circulos un poco más arriba, para formar los ojos del cerdito.
¡Y listo! Lograste tu origami cerdito.
Es cuestión de práctica
El origami es una técnica que sirve para trabajar la paciencia. Teniendo esto en cuenta, se recomienda ser perseverantes e intentarlo una y otra vez, hasta lograr la figura deseada.
Una manera muy sencilla con la que puedes aprender a hacer distintas figuras es guiándote con videos gratuitos disponibles en Internet. De esta forma, vas a tener la posibilidad de ver los pasos una y otra vez, hasta lograr la figura final.
